3 de diciembre de 2007

Conversando en la "Mesa del Té Club"

Tal vez pocos comerciales han quedado en el inconsciente colectivo tanto como el de "mi mamá me da manjar colún" o el del concepto de "mesa del Té Club", que seguramente debiera incluirse en el diccionario de la real academia española...

Pues bien, todos los días laborales al almuerzo me toca sentarme a la mesa con varios, muchos, decenas de colegas en una de esas clásicas "mesas te club". y es típico el tema de conversación según el día de la semana... el lunes la conversación es normalmente del fútbol del fin de semana, que el Colo, que la Chile, que la Cato... típico. y bueno, a mí me gusta el futbol pero no fanático ni de usar camisetas ni nada... Los martes y miércoles los temas son los más variados, pero siempre incluyen conversaciones que giran en torno a los hijos, la señora, etc. y es ahí, en el seno de la mesa te club donde uno se siente más mal que la cresta cuando tratan temas sobre las parejas, los esposos y esposas de cada uno de los integrantes de la siempre extensa mesa de almuerzo laboral en el casino de la empresa... y uno debe terminar asintiendo todas y cada unas de las aseveraciones frente a cómo



20 de noviembre de 2007

...¿y cuándo le tocará a Usté?



El mes pasado debí asistir al matrimonio de un primo, el cual estaba atiborrado de familiares, muchos de los cuales no veía hacía años... entre ellos las típicas tías que viven al pendiente de lo que hace o no la gente. Cuando estabamos en la mitad de la ceremonia, en la iglesia, la tía Eulalia se me acerca al oído y me susurra "Oiga Mijito, y cuándo le tocará a Usté...??". En ese momento se atragantó la visión del cura al fondo de la iglesia y lo único que deseé era que en el próximo funeral en el cual me la topase, acercarme sigiloso y hacerle la misma pregunta al oído "¿Oiga tía Eulalia y cuando le tocará a Usté...??

Moraleja de la historia... ¿Cual es el afán de ver a todo ser humano casado por las 500 leyes del cielo y la tierra a la más pronta brevedad? ¿es que acaso suponen que todos debemos tener el mismo destino? Ojalá mi tía Eulalia con sus 70 años pudiera comprender que el amor que vivimos con mi pareja es tan legítimo como el amor de los que en ese momento estaban poniendose los anillos frente al altar....

Alepingo

19 de noviembre de 2007

Carabineros discriminados (2)

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Continúa el peregrinar de nuestros amigos Victor y Armando..., quienes por enfrentar las dudas con la verdad, les dieron con un portazo en la cara en la sacrosanta institución de nuestros Carabineros...

Que divertido esa forma de reacción, como si tras eso se sintieran felices de "volver a no tener gays en sus filas"... ja ja ja que risa me invade. Una risa por cierto irónica, cuando hay decenas y decenas de gays en los Carabineros. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá. No es necesario hacerlo público. Para qué, menos ahora que el ejemplo de Victor y Armando demuestran el actual de la institución, en abierta contradicción a lo expresado por su Alto Mando.. Me ponbgo en el lugar de un carabinero temeroso que lo descubran siendo gay. Pienso que deberé renunciar a mi secreto afán, si me llegase a enamorar, o peor aún, si me llegase a enamorar y ser correspondido, deberé ocultarlo, y no sólo con excusas, sino que deberé ocultarlo casándome, teniendo hijos, tal vez haciendolos infelices, que más da, así no me descubrirán, y tal vez hasta "se me pase" o "se me olvide"... de nuevo río irónicamente... ja ja ja... cuando en el fondo de mi alma sabré que volveré -lo quiera o no, lo quiera mi Institución o no- a buscar a ese par cómplice del cual me enganché y que hasta terminen chantajeandome por que soy carabinero... en fin....

La verdad es que preferiría optar por ser feliz y "me saco la gorra" ante Vítor y Armando. Bueno, pero aqui me transfiguro y dejo de ponerme en el lugar de ese carabinero que deberá reprimirse y ser infeliz y hacer infeliz a su señora, todo por las apariencias y por guardar las reglas de la institución "de machitos"...

...en fin,

Alepingo

El Derecho a la Intimidad

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Encuentro muy buena esta columna de Simonetti, tras la cual me he sentido sumamente identificado sobre todo en la primera parte. Esa que expresa que ante los compañeros de trabajo uno termina actuando como autómata. Comentando cosas por comentar, repitiendo historias algo coherentes con las versiones anteriores para no ser descubiertos, pero en el fondo no asistiendo a las fechas importantes de la pega, esas de paseos familiares, o de talleres con la señora incluida. "Mi polola siempre tiene algo que hacer esas fechas", y termino dando excusas absurdas, que finalmente ni yo me creo. Mis únicos colegas que saben la verdad y mas encima conocen mi pareja me dicen "pero anda igual", en un afán integrador, "si no vas, ahí van a comenzar las sospechas", y recae el autómata, omitiendo sentimientos, haciendose el leso, todo por el fastidioso temor de ser descubierto.

Y el autómata debe o inventar excusas absurdas, o de hacer parecer un ser sin sentimientos, cuando en verdad las ganas de gritar que soy feliz junto a mi pareja, que llevamos un buen rato juntos y que queremos construir nuestras vidas juntos...

Una colega hace ya más de un año atrás me encaró por la "falta de sentimientos" que le ponía a la forma en como me relaciono con el resto de los colegas que somos "más amigos"... " sobre todo esa vez que te conté que me casaría con el Manolo, y tu junto con felicitarme te quedaste como que me ibas a decir algo y no dijiste nada"... dentro de mí sentí pena por no poder decirle la verdad, por decirle, Francisca, la verdad es que estoy super bien, soy feliz tanto como tú lo estás siendo ahora que te vas a casar con el Manolo.... en fin....

Soy un autómata más de los que Simonetti se refiere en la primera parte de su columna... paso por un ser que no le importa el resto de sus colegas, con tal de que no me preguntes cuándo me voy a casar.... o que te presente a mi polola, esa que nunca puede asistir a las reuniones de la pega o a los paseos de fin de año con la gente de la Firma...

Alepingo

Carabineros discriminados (1)

Víctor Rivas y Armando Salgado: "Siempre fuimos muy discretos en nuestra relación"

Hace un mes el mundo supo de ellos. Son los ex carabineros que acusan haber sufrido discriminación por parte de la institución a la que pertenecían debido a su condición sexual. Luego de revelarse que eran pareja, aseguran haber sido presionados a firmar su retiro voluntario. Hoy claman justicia y dicen que cuando todo lo malo haya pasado viajarán a España para casarse.




Hace un año, Víctor Rivas (24) y Armando Salgado (20) egresaban de la Escuela de Formación de Carabineros de Chile. A la fiesta de graduación fueron del brazo de sus madres, porque no tenían pololas. Esa opción sacó aplausos entre sus pares y superiores, quienes alabaron su devoción filial. Seis meses después el escenario era absolutamente distinto.
Luego de que un compañero revelara la relación afectiva que mantenían en secreto, el mundo se les vino literalmente encima. El 28 de mayo de este año, la institución les pidió a ambos su retiro voluntario. Ellos firmaron, pero alegan haber sido discriminados y presionados para hacerlo. En ese momento tuvieron que entregar sus tarjetas de identificación (Tipcar), sus uniformes y dejar inmediatamente las comisarías donde vivían. De allí en adelante, dicen, comenzó el calvario. De un día para otro se quedaron sin trabajo, sin lugar donde vivir, sin recursos e incluso sin afectos. Por eso hoy exigen justicia. Piden la reincorporación en grado dos. A pesar de que las reglas de Carabineros establecen que quienes se retiran voluntariamente y tienen buenas calificaciones, como es el caso de Víctor y Armando, cuentan con tres años para reconsiderar su decisión. Ellos optaron por esta otra vía, porque sospechan que no serían bienvenidos. Este tipo de reincorporación en grado dos, explican, se traduce en una pensión anticipada, que a ellos les permitiría vivir y rearmar sus vidas. Porque, según afirman: "nunca manchamos el uniforme ni a la institución por nuestra condición sexual".

Hasta ahora lo único ganado en la lucha por reivindicar sus nombres es una beca que les dio el Ministerio de Educación, y que gestionó la Subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, para estudiar el próximo año en un instituto de formación técnica. Víctor seguirá trabajo social. Armando optó por ingeniería en mantención industrial.

Con sus familias comentan que recién están empezando a reconstruir lazos. Especialmente Víctor quien sólo ha recibido un par de llamados de su madre desde que esto se hizo público y que con emoción reconoce todo lo que le duele no estar cerca de ella.

De los dos ex carabineros, Víctor Rivas es el más locuaz. Es él quien cuenta que ambos son de provincia. Que Armando es de Cauquenes y él es de Penco. Fue precisamente Víctor quien, en mayo pasado, fue llamado por la máxima autoridad de la comisaría donde trabajaba. Un carabinero había delatado la relación que mantenía con Armando y su superior le pidió explicaciones.

"Lo que sucedió es que a él lo acusó otro carabinero de hacerle insinuaciones, porque también es homosexual y al verse descubierto nos denunció al suboficial y éste le informó al mayor de la comisaría", explica.

Rivas afirma que el argumento que utilizó su superior para pedirle el retiro voluntario fue que tenía pruebas de su relación con Armando. "Yo no sé si eso era verdad, pero en la mesa había tres carpetas, la de Armando, la mía y la del otro carabinero, lo que me hizo suponer que era cierto. Él me decía que lo pensara, que me fuera por la puerta grande, que si no firmaba le iban a contar a nuestras familias sobre nuestra homosexualidad. Y yo, como carabinero nuevo, me asusté".

Y agrega: "Me dijeron que ésta (Carabineros de Chile) era una institución de machitos y no para `maricones`. Después de eso fui a ver a Armando y le conté lo que estaba ocurriendo para que estuviera preparado. Él me dijo que me quedara tranquilo. Pero ahí llegaron unos capitanes con los mismos documentos a buscar a Armando".

-¿Qué sintieron en ese momento?
Víctor: Rabia.
Armando: Pena, porque fue un año de sacrificio perdido. Nosotros queríamos llegar a ser suboficiales mayores.
V: Muchos dicen que fue un año solamente, pero en el que me acostaba a las 12 de la noche y me levantaba a las cinco de la mañana. Esto era un sueño. Nos proyectábamos a 30 años más en la institución de Carabineros de Chile.

Pero ninguno de los dos había reparado en lo que sucedería cuando se descubriera su secreto o cuando su eterna soltería despertara suspicacias. Todo se precipitó antes de que pudieran siquiera trazar un plan.

Recuerdan que cuando abandonaron las comisarías respectivas donde vivían, una amiga los fue a buscar y los llevó a su casa. Tenían que empezar de cero. Nunca habían convivido realmente. Su siguiente paso fue contactarse con el abogado Nelson Caucoto, quien los ayudó en la elaboración de una carta al General Director de Carabineros, José Bernales, solicitando su reincorporación a la institución. Sin embargo, en la actualidad quien los asesora en lo referido a eventules recursos ante la justicia civil -por presuntos daños morales- es el abogado Alfredo Morgado, a quien contactaron a través del Movihl.

Los seis meses transcurridos desde la expulsión han sido difíciles, la depresión les ronda y Armando es el único que está trabajando. De hecho, dice que los 150 mil pesos que gana como guardia de seguridad les alcanzan apenas para arrendar una casa a medias con otra persona en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, comer y movilizarse. El mismo que se apura en afirmar que, a pesar de las dificultades, tienen una relación consolidada. Y para que le creamos muestra una argolla que lleva en su mano derecha. Armando reconoce que la idea de comprometerse el Año Nuevo pasado fue de él. Bueno, y también de pedir pololeo en su momento.




Primero amigos...

Armando Salgado (izq.) y Víctor Rivas (der.) aseguran que nunca mancharon el uniforme ni la institución de Carabineros de Chile por su condición sexual.

Víctor y Armando se conocieron en la Escuela de Formación de Carabineros el año 2005. Hoy recuerdan que estuvieron un semestre entero sin hablar. Es que, según ellos, la enorme cantidad de alumnos que había en el establecimiento hacía imposible hacerse amigo de todos.

Armando cuenta que, además de los ramos obligatorios, debían elegir una actividad extraprogramática. Ellos optaron por folclore. Ahí se hicieron amigos.

"Mientras nos preparábamos para exponer lo que habíamos aprendido en ese taller, por casualidad empezamos a conversar. Así acordamos que podíamos salir a carretear cuando estuviéramos de franco con otros amigos de la escuela. Todo esto sin saber la condición sexual del otro. Simplemente nos caímos bien", dice Armando.

Víctor recuerda que la relación empezó de a poco. Y agrega que en ese momento ambos pololeaban con compañeras de la promoción, a "escondidas" por cierto, porque los estudiantes no pueden mantener relaciones de pareja apenas ingresan. "A ellas las veíamos sólo en los recreos", dice Víctor.

-¿Por qué pololeaban con estas compañeras?
A: Quizás por presión social... pero también porque hasta que nos conocimos no teníamos nuestra sexualidad definida.

De hecho, fue durante ese periodo en que cada uno tenía su pareja que terminaron enamorándose. Cuentan que el primer paso hacia una relación de pareja fueron los mensajes de texto por celular, los que, según dicen, se volvieron cada vez más sugerentes. "Cada uno estaba temeroso de este juego ya que siempre existía la posibilidad, de que el otro fuera heterosexual. Pero luego de una salida a un pub hablamos de lo que sentíamos y así empezó todo", explica Víctor.

Hoy Víctor cree que las cosas han andado bien entre ellos porque existe respeto, fidelidad y confianza. "Independiente de nuestra condición homosexual... el amor es el mismo. Y las discusiones son las mismas que puede tener cualquier pareja. En nuestro caso, las diferencias que a veces tenemos son por celos", agrega.

-¿Recuerdan qué les gustó del otro?
V: De primera, nada. Cuando empecé a conocerlo como persona me empezó a gustar. Me di cuenta de que era alguien en quien se podía confiar. Me hablaba con la verdad; bueno, y las cartas que me enviaba me terminaron por conquistar. De hecho, en cada recreo me entregaba un papel con algo escrito. Pero no fue amor a primera vista.
A: A mí me gustó que fuera cariñoso. Tanto, que a veces aburre (sonríe).



-¿Cómo disimulaban entre sus pares para que no se dieran cuenta de su condición sexual?
A: Era complicado, pero creo que a nosotros no se nos nota que somos gay. Como éramos carabineros, siempre hemos sido bien hombrecitos para nuestras cosas... como debe ser.
V: En la escuela todos teníamos un mejor amigo. Eso hacía que fuera muy normal que nos vieran conversando juntos.

-¿Cuesta asumirse?
A: Ahora no.
V: Pero antes decir "soy gay" era una frase que costaba pronunciar.

Según Armando, ellos se conocieron a mediados de agosto de 2005 y él le pidió pololeo a Víctor el 19 de septiembre de 2006. Cuando egresaron de la Escuela de Formación llevaban sólo dos meses juntos. "El temor que teníamos era que nos destinaran a otras ciudades. Por suerte ambos nos quedamos en Santiago", dice Víctor.

Armando era carabinero de fuerzas especiales y Víctor de orden y seguridad.

Rivas recuerda que desde que egresaron y empezaron a trabajar en las calles se veían muy poco. Por eso, cada vez que coincidían en sus días de franco se juntaban y salían fuera de Santiago. "Siempre fuimos muy discretos en nuestra relación. Nos juntábamos en el terminal de buses y nos íbamos a la playa. Después tuvimos auto, así es que todo era mucho más reservado", agrega.

-¿Al interior de la institución sus más cercanos sospechaban que eran pareja?
V: No. Pero a mi mejor amigo en la institución, que era heterosexual, le conté la relación con Armando desde el primer día en que la comenzamos. Él siempre fue un gran apoyo. A veces con Armando peleábamos y él se preocupaba de que nos arregláramos. Él era la única persona que tenía allá para contarle mis cosas. Por eso lo valoro mucho. Y, de hecho, ahora sufre mucho en la comisaría porque lo molestan. Le hacen bromas, le preguntan por qué se juntaba tanto conmigo. Me acuerdo que apenas pasó esto me llamó y me dijo: "No importa lo que me digan. Tú preocúpate de salir adelante". Y hasta hoy nunca hemos perdido el contacto.

Tiempos de reparación...

“Cuando mi papá se enteró, me llamó y me dijo que no estaba enojado porque fuera gay sino porque no le hubiera dicho antes de que se hiciera público. Con el tiempo, él y mi abuelo han ido recapacitando“, cuenta Armando Salgado.

Hoy, Víctor Rivas y Armando Salgado se encuentran rearmando sus vidas. Para ambos la familia es un tema que les complica. Rivas cuenta que recién a los dos meses que le dieron de baja llamó a su madre para contarle que ya no era carabinero, pero no le dio razones y reconoce que le dijo demasiadas mentiras respecto a su verdadera situación.
"A mi mamá le decía que estaba aburrido, que quería poner un negocio con un amigo en el sur, que la institución no era lo que había soñado. Todo lo contrario a lo que yo sentía. Desde chico lo único que quería era ser carabinero y una vez adentro era feliz trabajando ahí", recuerda.
Y añade: "Pero cuando ella vio en televisión lo que estaba pasando con nosotros fue tremendo. Me dijo que había sido muy valiente, pero su voz era muy triste. Después de eso terminó en el hospital. Le dio una baja de presión. El daño que le he causado es inmenso. Por eso en el futuro tengo la obligación de reparar lo que ocasioné y eso sólo se logra entregándole mucho cariño. La verdad es que he resentido su ausencia. Antes de que pasara esto, ella estuvo siempre muy presente". Su padre tampoco quiere saber de él, aunque como hijo Víctor supone que más adelante habrá un acercamiento entre ambos.

Rivas comenta que decidieron hacer público su caso en octubre pasado debido a la desesperación que sentían al ver que no obtenían respuesta a las solicitudes de reincorporación a Carabineros de Chile y a la petición que su abogado hacía a la institución para que se investigara el hecho de que los habían obligado a firmar su renuncia. No obstante, el general José Bernales reaccionó antes las declaraciones de los ex carabineros y aseguró públicamente que la institución no discrimina a nadie y que no está en el reglamento de Carabineros separar a algún policía por su inclinación sexual.

Víctor y Armando explican que además acudieron a los medios porque los recursos cada vez eran menos y pensaron que de este modo, haciendo ruido, se precipitaría una solución para ellos. Después de vender el auto que habían comprado hace algunos meses y pedir préstamos, sólo les quedaba apostar a su reincorporación o a una salida que no los dejara económicamente desvalidos.

La reacción de la familia de Armando tiene de dulce y agraz. Cuenta que apenas supo que le iban a dar de baja, llamó a su madre para contarle lo que había sucedido. "Ella sintió mucho lo que nos ocurrió, pero gracias a Dios ya sabía que éramos pareja con Víctor. Un mes antes de que nos delataran yo le había confesado la relación que teníamos. Eso fue un gran alivio. De hecho, cuando le conté no se enojó. Sólo me dijo: "estaba esperando a que me lo dijeras". Le pregunté: ´¿quién te dijo?´. Ella me contestó: ´nadie, sólo soy tu mamá´".

Pero Armando a su papá no se atrevió a decirle nada. Menos a su abuelo, que había sido carabinero y estaba orgulloso de que él hubiera seguido sus pasos. "Cuando mi papá se enteró por los medios, me llamó y me dijo que no estaba enojado porque fuera gay sino porque no le hubiera dicho antes de que se hiciera público. Con el tiempo, él y mi abuelo han ido recapacitando. Es un apoyo muy grande tener la incondicionalidad de la familia".

Pese a todo, la pareja confía en que las cosas se van a ir solucionando e incluso se atreven a soñar. "Pasando todo esto nos gustaría ir a España para casarnos. Quizás no sea tan pronto, pero es algo que queremos hacer", concluye Armando".

Por: Jacqueline Otey A. \ Fotos: Juan Pablo Sierra
La Tercera

Mistral Discriminada


Mistral Discriminada

por Patricia Verdugo ElMostrador.cl

“Cuando tú vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida. Yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos” (fragmento de carta de Gabriela Mistral a Doris Dana, diciembre de 1948).

La relación de amor entre Gabriela Mistral y Doris Dana comenzó el 1 de octubre de 1948. Y cuando celebraron el séptimo aniversario como pareja, la poetisa le comentó a su amada: “hay que cuidar esto, Doris, es una cosa delicada el amor”.

La prueba de que cuidaron su relación está a la vista. Unidas estuvieron hasta la muerte de la gran Gabriela en 1957 y Doris fue su heredera universal. Gozaron de buen amor por ocho años hasta que –cumpliendo su deseo- Gabriela expiró en sus brazos en Nueva York.

Decir en círculos privados que nuestra gran Premio Nóbel fue lesbiana, hasta hace muy poco, era un escándalo. Unos lo rechazaban o callaban. Otros argumentaban que no había pruebas. Y los menos decían que el dato no era relevante para efectos de analizar su obra. La homofobia aparecía por doquier. En 2002, la académica portorriqueña Licia Fiol-Matta escribió el libro “Una madre homosexual para la nación: el Estado y Gabriela Mistral”, libro que Chile escondió bajo la alfombra. Y cuando se planteó hacer una película (“La pasajera”, Casas y Labarca) hilos invisibles se movieron en México y Chile para impedir el proyecto.

Hoy, gracias a la “desclasificación” de archivos, podemos finalmente tener las pruebas y dar pasos claves hacia la verdad. Y eso permitirá perfilar a nuestra Gabriela como la persona que realmente fue, muy distante de la imagen de tristeza y soledad insondables, imagen que moldeó en fierro el stablishment local para fijarla en la historia como madre literaria de Neruda y tantos otros poetas del siglo XX, como santa madre de la nación, mito asexuado y angelical incluso.

La mujer de carne y hueso eran tan profunda como sensible, amaba con alegría y odiaba con rencor. Fue una persona tan potente que, desde 1945 hasta hoy, detenta el único Nóbel para una mujer en habla castellana. Mérito que ganó por la fuerza de su obra, ya que no contó –como Neruda- con el global apoyo de los intelectuales de izquierda.

Feminista, la Mistral sostenía que la mujer era “prisionera de la ignorancia”. Y resumió su vida en Chile diciendo que “viví aislada en una sociedad analfabeta cuyas hijas eduqué y que me despreciaba por mal vestida y mal peinada”. Llegó a decir incluso que Chile “no tiene sesos, no tiene madurez”.

¿Tienes una gabriela?, se dice popularmente en Chile, ya que su imagen circula en rojos billetes de cinco mil pesos. Su medalla Nóbel descansa en una triste vitrina del mal mantenido museo de la iglesia de San Francisco. Su museo en Vicuña es de una pobreza que busca reafirmar la falsa imagen, antípoda de la poetisa que se codeó con lo mejor de la cultura mundial y disfrutaba de una mansión en Estados Unidos.

Sólo su tumba en Montegrande emociona porque –pese al Chile mediocre y envidioso que no supo acogerla- fue su decisión ser enterrada en el seco suelo del norte que la vio nacer. “El valle lo mientan Elqui / y Montegrande, mi dueño”.

¿Será capaz Chile de asumir a la nueva Gabriela? La esperanza dice ojalá y el realismo dice difícil, muy difícil…

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Patricia Verdugo, periodista de ElMostrador.cl

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Gabriela Mistral y Discriminación

¿A quién debería importarle la naturaleza de la relación entre Gabriela Mistral y Doris Dana, si recordamos y ensalzamos la magnificencia de la obra literaria del único nobel de literatura alcanzado por una mujer en latinoamérica?, ¿a quién debería importarle la relación entre Víctor Rivas y Armando Salgado si se reconoce que su actuación como carabineros era simplemente intachable y conforme al mandato de la Institución que vela por nuestra seguridad y orden?. Es tiempo de reconocer que los sentimientos entre adultos, son simplemente parte del ámbito íntimo y personal y no deben ser jamás motivos de burla, discriminación o expulsión encubierta de institución o trabajo.

Renato Salazar (Alepingo)



Que sorpresa más grata fue ver mi carta publicada en La Tercera... devolviendo la fe en que sí hay visiones diversas y respeto por ellas...

Alepingo.

¿Te molesta nuestro amor...?

A quienes no comprenden que vivir el amor con alguien del mismo género es tán valido como vivir el amor como la mayoría, con el género diferente... ¿Por qué te molesta mi forma de sentir, mi forma de amar?...

No, no debe en nada molestarte mi vida conjunta por más de 7 años junto a mi alma gemela, que aunque gemela, diferente es a mí, diferentes sus ojos, gemelo es nuestro amor, gemelos nuestros íntimos sentimientos...

¿Por qué ha de ofenderte el que yo haya sido creado por el mismo Dios que tú, y que, ¡testigo es Él!, palpite mi corazón cuando le veo llegar y que feliz sea nuestro amanecer, cuando la luz roza nuestras cabezas somnolientes amarradas por nuestros sueños y enredadas por nuestros cabellos, de igual manera como, espero, ocurre contigo y tu alma gemela...?




¿Acaso mis dedos y manos que producen el mismo trabajo que tú, que levantan los mismos muros de nuestro país, que aran con la misma bravura nuestra tierra generosa, valen menos que tus dedos y manos, como para que tengan prohibido unirse con los dedos y manos, extensiones extremas del pálpito del corazón y alma del ser amado, a la hora de la puesta del sol en los horizontes estivales?

O un día, que no supe, mis huesos y los de mi amante, se convirtieron en curiosas aleaciones de bronce, mis ojos en falsas perlas plásticas y mis labios en maquetas de plumavit, como para que califiques a un beso nuestro de antinatural?

Si fuera antinatural el amor en el que junto a mi pareja crecemos a diario, si acaso lo nuestro una obra complementaria en la creación no fuese, entonces no sentiríamos lo que sentimos ni replicaría en nuestro corazón, alma y mente, la sensación de que todo concuerda y es pleno, ni el hecho de sentir que todo está en orden, que la escultura de la vida troca su forma desde sombríos volúmenes hacia un ser completo, ni que las imágenes de nuestras vidas cambian desde difusos sabores amargos, hacia las más dulces melodías en nuestro interior...




Dónde está escrita la escala de valor de los sentimientos, aquella que dice que tus sentimientos están por sobre los míos, que son más importantes, que los míos no cuentan y que los tuyos sí?...

La fuente de todos los odios son los miedos. Tu odio hacia mí y hacia lo que mi amor entre mi alma gemela y yo, representa, creo que está cimentada en el miedo sobre una hipotética influencia sobre tu vida... Tus miedos por mis sentimientos no tienen más base que la imaginacion... de un temor de que el amor entre mi alma gemela y yo, amenace tu orden, el orden de tu vida y de los tuyos...

¡Cuán errado estás si piensas que es nuestro afán influir en tu vida o en la de los tuyos más allá de querer el hecho de que logres aceptarme y a los míos como cualquier otro prójimo más...!

Déjame explicarte que no somos extraterrestres, ni producto de alguna enajenación como comúnmente se argumenta...

Déjame aclararte que esta condición no se "pega" ni se contagia...

Déjame aclararte, en caso de que tengas la duda, que sostenemos ser parte de la misma Creación, sostenemos ser criaturas del mismo Creador...

Déjame aclararte que el amor que siento por mi alma gemela es inmenso, es limpio, es fuerte y el orgullo que siento de alcanzar ese sentimiento simplemente desborda ese temor a ser indicado con epítetos de odio y descalificación...

Déjame decirte que aunque creas que los únicos/as que comparten este afán son bocetos maquillados que crees amenazan tu hombría o la estabilidad de tu familia o tu doctrina o lo que fuere...

No son esos bocetos que tu ves los únicos ni únicas. Ellos y ellas son tan personas como yo, como tú, como tu hijo, como tu hermana...

Digo no son los únicos, no son las únicas... Aunque te cueste creerlo, aun cuando no quieras creerlo, seguimos siendo más del cinco porciento de la población... Algunos aventuran el diez porciento, y eso, lo quieras o no, significa que uno de cada diez personas que te rodean, que uno o una de cada veinte vecinos o vecinas del barrio, o compañeros de curso o de cada diez o quince o veinte personas que rodean tu vida diaria, aún cuando no todos lo aparentemos, intentamos lograr en nuestras vidas el amor que merecemos al igual que tú, y pese a los temores, miedos y odios que siente el resto que nos teme u odia simplemente por haber crecido en una sociedad de mayorías, sociedad machista, bajo la influencia de ideas totalitarias, o de visiones religiosas que se expanden basadas en pisotear culturas o malinterpretar sagradas escrituras a su conveniencia hegemónica...

No te culpo por temerme o por odiarme, tan solo rezo al mismo Dios al cual tu rezas y le pido a El por mis seres queridos al igual tú lo haces, tan solo tambien pido por que aceptes el amor que cultivo junto a mi alma gemela, por que aceptes y no discrimines la familia que conformamos junto a mi pareja, pese a que no lo sepas necesariamente, mientras compramos pan en el mismo almacén que tú, mientras caminamos junto a ti en las mismas calles o plazas de la ciudad...

Si tan sólo fueras testigo del amor que cultivamos mi alma gemela y yo, si tan solo reparases en las personas que somos... Tu opinión distinta sería.... y conocerías que la creación nos incluye, y que nuestro Creador es el mismo.

Alepingo